Hace algunos meses tuve una mini y patética relación con alguien que sólo duró un par de meses. Un dia dejé de tener noticias suyas, dejó de cogerme el teléfono y dejó de existir en mi vida, cortó por lo sano, y lo único que no dejó fue huella...
Ayer a las 22.30 recibo una llamada:
Yo: ¿Si?
X: Llegas tarde....
Yo: ¿Que?
X: Que llegas tarde, jose, que llegas tarde...que habíamos quedado.
Yo: ¿Quién eres?
X: X
Yo: Soy José Luis
X: (silencio) Ya, ya lo sé coño...estaba de coña
Yo: Debes haberte equivocado, es exactamente la misma sensación que se me quedó a mi despues de dejar de tener noticias tuyas
X: Lo siento, a veces las cosas se complican
Yo: No, si yo no pido explicaciones, es sólo que la táctica de hacerte pasar por "me he equivocado al marcar tu número" es bastante penosa. Si quieres me llamas y hablamos, o no, o lo que a mi me de la gana, pero no te rebajes ni te arrastres ahora, coño.
X: Tenemos que quedar a hablar. Te echo mucho de menos. La verdad es que me apetece verte y estar contigo.
Yo: La verdad es que a mi no...
X: (silencio) Bueno, me tengo que pirar que llego tarde.
Yo: Siempre vas a llegar tarde...siempre
X: ¿Cómo?
Yo: Que te vaya más o menos bien. ¡Chau!
Y como sé que puedes leer este blog, te llamaré X, como las incógnitas, que una vez despejadas, desaparecen...justo como tu.